María Labaronnie

Es un lugar mágico, el personal es muy atento, la cena es perfecta. El silencio y tranquilidad que se respira entre árboles, montaña y la piscina, te aseguran una desconexión total. Hay recomendaciones para poder hacer diferentes recorridos de acuerdo al nivel de entrenamiento, nosotros hicimos un camino de 10 km al lado del río entre arboles de alcornoque, llegamos a un pueblo, picamos unas tapas y volvimos nuevamente al hotel.
El desayuno también es muy bueno, lo recomiendo totalmente.
Todo estuvo impecable, las habitaciones y las instalaciones.
Gracias a todo el personal y a Álvaro por su atención.
Muy agradecidos por todo.